Nocturna, el tributo a las lecturas trasnochadoras (El Cultural de El Mundo)

13 de mayo de 2010
La joven Irina C. Salabert y el crítico Luis de la Peña fundaron hace un año una editorial con predilección por la fantasía para los que prefieren la luz del flexo para leer
12/05/2010
Marta Caballero

El nombre es un homenaje a los lectores, a los que llegan a casa por las noches, los que aprovechan el silencio para leer, por eso Irina C. Salabert y Luis de la Peña llamaron Nocturna a su editorial, que nació de un dinerillo que la joven Salabert (hija de Juana Salabert) tenía ahorrado antes de cumplir los 20. La estudiante, lectora voraz, y el veterano crítico literario decidieron aliarse y, tras el incómodo periodo de burocracias, sacaron adelante un proyecto de edición en tres colecciones que abordan desde memorias y espistolarios a literatura fantástica juvenil “pero no necesariamente para jóvenes”, distingue De la Peña.  

Aquello fue el pasado septiembre y hoy ya tienen en las tiendas nueve libros, que es el número al que pretenden llegar por cada curso. Él compagina la labor editora con la docencia. Ella se dedica al cien por cien a este proyecto en el que todo se decide a cuatro manos, en un proceso que arranca con una búsqueda de autores y títulos que se divide entre la experiencia del profesor y la intuición con la que juegan ambos. “Cuando estás en esto enseguida ves que hay muchos autores a los que rescatar o descubrir. Nos ayuda nuestra experiencia lectora y el hablar con mucha gente”, explica Luis de la Peña.

El camino de sus publicaciones continúa con el mimo hacia los proyectos. “Es complicado, porque haces de todo, desde buscar y planificar a corregir, y tienes que cumplir unos plazos y una serie de requisitos, pero es una tarea gratificante”, explica el editor, que considera que una de las características que define a los nuevos editores es precisamente esa entrega para con sus libros. “Todos estamos en esa línea de arriesgar y afrontamos las mismas dificultades para colocarnos en el mercado, pero a diferencia de los grandes sellos, cuidamos más el contenido. En Nocturna corregimos los textos tres veces como mínimo, algo que debería hacer todo el mundo y que, sin embargo, hacemos precisamente los que menos recursos tenemos”, se queja De la Peña, que tras años dedicado a la crítica manifiesta un notable desengaño hacia el mundo de las letras, un panorama a su juicio sujeto a un mercado demasiado veloz que prima la celeridad de publicación de nuevos títulos por encima de la calidad o de la búsqueda de nuevos talentos y con una crítica literaria dependiente de los grandes grupos editoriales. “Toda la buena crítica que brillaba en los noventa se ha evaporado”, lamenta.

Con todo, la repercusión de Nocturna en medios y lectores está siendo notable. “Nos hemos impuesto la calidad total como máxima, tanto en el texto como en la cubierta, los diseños e incluso en la letra. Queremos que nuestros libros se lean bien, que sean bonitos, y eso se está notando en los resultados”, celebra. Dentro del conjunto de nuevos sellos, el editor considera que Nocturna se distingue por su predilección por el género fantástico, poco habitual en la edición patria, y un campo en el que han despachado títulos de autores como Dentro del laberinto de A. C. H. Smith.

Tienen también dos títulos del muy de moda Lewis Carroll, autor que le apasiona a Irina. “Es sorprendente que haya tan poco traducido al español de él más allá de las dos Alicias, y es un fenómeno que ocurre con autores tan potentes como Stendhal y Balzac”. Para eso están ellos: “Nosotros sacamos los títulos para que se vendan cuando sea, no en un plazo de tres meses como hacen las grandes editoriales. Si se nos agota una edición, la repondremos, pero no jugamos a retirar los libros”, explica. 

De los títulos publicados por la casa, sus padres le tienen quizá más cariño al que abrió la veda, el generosamente ilustrado Recuerdos recobrados. Memorias, de Kiki de Montparnasse, la modelo que inspiró a pintores como a Picasso y Modigliani y a fotógrafos como Man Ray. También quieren mucho a los dos Carroll por lo insólito de su publicación en España. “En realidad, todos están funcionando muy bien”, comenta el crítico, que en un tiempo espera empezar a publicar con Nocturna a autores españoles: “Nuestro avance es lento pero aceptable, y nuestros libros son para leerlos, nos gusta que la gente nos dé su opinión sobre ellos y, aunque aún no tenemos un tipo de lector, sabemos que son personas jóvenes que se interesan por el libro como objeto, que buscan buenas traducciones y que se apasionan con la literatura”. 

Su página web: www.nocturnaediciones.com 

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